Asamblea constituyente ahora

14 Sep

Desde el retorno a la democracia, cuando la concertación aceptó administrar el modelo económico impuesto a fuerza y sangre por la dictadura, nos ofrecieron estabilidad y crecimiento económico, pero no nos advirtieron que ese crecimiento no llegaría a todos por igual, no nos dijeron que esa estabilidad nos costaría la libertad de gobernarnos y de elegir a nuestros representantes democráticamente.

La clase política ha incumplido el contrato democrático de representar al pueblo de Chile, que los ha mandatado gobernar para todos los chilenos.

La clase política ha olvidado su mandato, y de espaldas al pueblo al que se deben, han decidido gobernar para las grandes empresas, poniendo el énfasis en la generación de utilidades, y no en el bienestar del pueblo.

En este afán mercantilista, vemos como la Educación se ha transformado en un negocio, donde la educación que recibes esta relacionada con cuanto pagas, y no con lo méritos que puedas tener, generando una de las educaciones más segregadas del mundo, transformando la educación en una herramienta de segregación, más que de integración y movilidad social. Esta educación sólo profundiza las enormes diferencias sociales existentes en Chile.

Vemos también que la Salud se ha transformado en un tremendo negocio, viendo las vergonsozas utilidades que reportan las isapres a quienes administran este modelo de salud, generando un negocio con la previsión de los chilenos, en un modelo que permite que las empresas de salud llamadas Isapres puedan discriminar a todos los grupos de riesgo, quedándose sólo con quienes pagan y no usan, poniendo cortapisas y obstaculos cuando alguno de sus clientes quiere hacer uso del servicio contratado, enviándote, a través del encarecimiento sin control de los planes de salud, al sector público cuando te haces demasiado costoso. Esto sin mencionar los subsidios que llegan a sus manos desde este mismo sector, que por otra parte se ve cada vez más debilitado, con una salud publica al menos humillante.

Podemos ver también como nuestros pueblos originarios son pisoteados y maltratados, reprimidos por las fuerzas del estado, que cumplen, una vez más, la función de cuidar los intereses de los empresarios, poniendo, como no, otra vez, los recursos públicos a proteger los intereses de quienes detentan el poder económico.

Vemos como nuestros recursos naturales son explotados sin medida, sin protección al medio ambiente, generando a las empresas mineras grandes ganancias y pocos impuestos, pues estas mismas empresas usan artimañas para evadir el pago de impuestos, dejándonos sólo nuestras aguas envenenadas, generando contaminación, nuestra naturaleza destruida.

Ante este incumplimiento de contrato, nos encontramos con que nuestra actual constitución, manchada con sangre, redactada entre cuatro paredes, nacida en dictadura y firmada por Ricardo Lagos, sobre el borrón que oculta la firma del dictador, no le ofrece al pueblo una herramienta para llamar a sus gobernantes a cumplir con su deber.

Esta constitución sólo nos ofrece cada cierto tiempo la posibilidad de elegir entre los candidatos elegidos por la misma elite de siempre. Sólo distintos payasos para el mismo circo.

Ante esta clase política que ha decidido gobernar olvidando su mandato, ante esta constitución no democrática, el pueblo de Chile tiene el DERECHO y el DEBER de finiquitar el contrato colectivo, el cual no ha sido cumplido, y no da garantías democráticas, entregándole el poder a un pequeño grupo, el que durante años ha demostrado estar más interesado en generar riquezas, a través de un desarrollo que no llega de igual manera a todos los ciudadanos.

Dado que la actual constitución tiene bases dictatoriales y no entrega herramientas soberanas para que sea el pueblo quien decida realmente quien debe gobernar, es que la base de una refundación democrática, debe pasar por la redacción de una nueva constitución, propuesta y presentada al pueblo de chile por una comisión independiente, elegida en forma democrática y representativa, por el pueblo, sin participación de quienes hoy detentan el poder.

Los conflictos por los que hoy pasa nuestra sociedad, sólo se resolverán cuando este pequeño grupo que hoy tiene acaparado el poder, haga traspaso del mismo al pueblo, que es el soberano de decidir su propio destino.

ASAMBLEA CONSTITUYENTE AHORA!!!

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